Las nuevas historias de 'El Drogas'
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Txarrena |
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Las nuevas historias de 'El Drogas'
Txarrena volvió a las andadas. El Drogas volvió a reenganchar aquella
locomotora perdida, oxidada y olvidada durante tanto tiempo. Llegó a la nueva estación;
nos dio un Azulejo Frío. El segundo disco
de este proyecto sobrepasa con creces al primero que no llegó a cuajar aunque posee
algunos cortes destacables. Aquel fue un proyecto de paso, aquel caballito al revés estaba poco hecho. Ahora el chiringuito se ha montado a base de
bien; el equipo viene con el polifacético y grandote Brigi, cantante y guitarrista de Koma que se pone a las baquetas; al
bajo y a la guitarra los desconocidos Aristu y Maravítal que deambulaban por
cauces poco conocidos del rocanrol.
Azulejo Frío es un disco más maduro, ágil, de rápido trazado. Es un disco que fluye, sin
aspaviento, con un gran sonido, con momentos de mucha
emotividad; la pluma del capitán deja una huella, cobra vida bajo su voz inconfundible;
grave, profunda, penetrante.
Así lo vemos en el tema El fuego de la tarde:
“Que eres mi luna preferida,
ya lo sabes
Que tu beso va vestido con el fuego de la
tarde”
Pasando el disco hay buenos
momentos, y para los que tengan paciencia viene –para mi gusto insensato- el
mejor tema del disco, en donde la guitarra acústica baila con la tralla, donde la
letra tiene mucho más peso y sensibilidad, donde surge El Drogas melancólico y duro en estado puro. Hablo de la grandiosa canción Otro Corazón:
“Quiero ver otra vez en tus
manos mi refugio
Ya no hay calidez en aquellos lugares
Donde fuimos tú y yo alocados transeúntes
De una vida errante y también inmortal.
Donde fuimos tú y yo alocados transeúntes
De una vida errante y también inmortal.
Cuéntame cómo es ahora tu vida
Dime qué fue de ti cuando no había salida
Sólo llanto en los ojos, vacío y mentiras
Acabaron por romper nuestra pesadilla
Quemamos el aire, quemamos el cielo
Quemamos la dicha en un cenicero
Y esa manera que tenías de amar,
Acabaron por romper nuestra pesadilla
Quemamos el aire, quemamos el cielo
Quemamos la dicha en un cenicero
Y esa manera que tenías de amar,
Siempre llegaba primero
Me diste muchas cosas y todo se esfumó
Se consumió por el suelo
Y nos dimos cuenta tarde que lo único que arde
Son nuestros propios cuerpos
Cuéntame cómo son ahora las caricias
Que tu piel templará y casi adormecida
Jugará a volver a la edad de una chiquilla
Grabado en su pupila
Me diste muchas cosas y todo se esfumó
Se consumió por el suelo
Y nos dimos cuenta tarde que lo único que arde
Son nuestros propios cuerpos
Cuéntame cómo son ahora las caricias
Que tu piel templará y casi adormecida
Jugará a volver a la edad de una chiquilla
Grabado en su pupila
Otro corazón que te espera,
Te espera otro corazón”
Acabo de comentar partes de la cúspide, no
siempre está tan alto el listón, pero ni mucho menos las letras andan a la deriva. No hay temas comprometidos bajo una bandera política, ni
logaritmos callejeros; sólo rocanrol, sólo El
Drogas en sencillo.
La batería de Brigi, más que notable, excelente. Las guitarras tienen una función rítmica. Ese es su fuelle, su papel, en donde se produce un sutil juego entre las distorsiones,
guitarras en limpio, y acústicas. Variedad que da flexibilidad a la hora de
recorrer el disco, con buenos cambios, sencillo, pero eficaz. La producción no
tiene nada que objetar, masterizado por Steve Fallone y producido por Harry
Wrighy (cerquita de Aceuchal, según dicen). El bajo aprueba en su batalla hacia
el olvido, ya que no suele destacar mucho este instrumento a día de hoy en el
rock, más bien llena, y llora gravemente por las esquinas.
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Enrique en Buenafuente |
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En su salsa |
Enrique, a pesar de las idas y venidas y publicaciones de Txarrena, ha decidido llevar su proyecto, de aquí en adelante, como El Drogas,
bajo su seudónimo, para dar cabida al listado completo de sus años en la música. Los directos
fusionarán todos sus discos, todas sus creaciones, comenzando con Barricada, vareando
por La venganza de la abuela y encallando en Txarrena. Los componentes son y serán, presumiblemente, los
músicos que han dado vida al Azulejo
frío. Parece que a su edad está dispuesto a trotar el mundo.
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El Drogas |
Y que siga la música.
B S
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