El hombre de todos los sacos
06/04/2022
El hombre de todos los sacos
Veo en el lejano e interminable este de Europa
una calavera viva con el gesto torcido
y los dientes fracturados de apretarlos
―el hombre de todos los sacos, se hace llamar―
Veo detrás de sus ojos negros una bota gigante
que aplasta todas las pequeñas flores
Y veo micrófonos sin palabras
Y meteoritos que colisionan como soles en barrios solados de gris
Y gente que le pone todo el fuego
posible al grito
Y madres que viven y corren sin piernas y sin
banderas con hijas despeinadas de saltar carreteras
Y madres que duermen y sueñan con hijos con
banderas perdidos en la nieve
Y padres sin cabezas y con las manos
atadas llenos de orín
Y ancianos sin dedos calentando con
las manos frías la sopa fría del frío mañana
Y veo al resto del mundo mirando el espectáculo;
el saco de patatas de las manos
las abiertas bocas amarillas masticando
y un dedo gordo cambiando de canal
en el salón de la vergüenza
BS
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