Hacer café
Hacer café para uno, sin azúcar
Pasar el amargo trago del mañana
Cambiar la eterna caída desvelada en el axfisiante vacío
por el corazón que se abre como un paracaídas
Aparcar la soledad en la primera parada, dejarla hecha un poema
y viajar en el vagón primaveral del pintalabios
Hacer café para dos, beber de la misma taza
en la misma silla
Bucear también en el charco de cristales rotos
a cuatro ojos, a cuatro manos —misma herida—
Encontrarse en el presente a vino blanco,
morder la fresa, que resbale —coser la herida—
Abrirse como un paracaídas, recorrer los labios del pasado sin contar los pasos
Compartirse en el silencio cómplice
mirarse como se mira a tu recién nacido —cerrar la herida—
BS
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