Títeres y Jueces
Este último fin de semana dos personas montaron un
espectáculo con títeres, La bruja y don
Cristóbal. Se ahorcó a un juez, se violó a una monja y se agredió a un
crucifijo. La compañía Títeres desde Abajo, de Granada, presentó un trabajo de
dudoso gusto, sin duda, pero dicha representación era la que se traían entre manos, el motivo por el cual se les contrató. La
concejala de cultura de Madrid asegura que la compañía no dejó constancia de la
dureza de la obra. La compañía Títeres desde Abajo se defiende argumentando que el show es violento,
que no es apta para niños, que nunca lo fue, y que avisaron antes de la representación de la crudeza. El asunto se pasó de rosca y de madre, precisamente por lo
que dijeron los títeres. Los dos miembros de la compañía fueron encarcelados
por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Encarcelados por hacer teatro con unos títeres. Ni más ni menos. Aquí no para el sumario. Les han acusado
de enaltecimiento de terrorismo, por cometer delito contra la libertad y la constitución. Los dos acusados han permanecido en prisión provisional
comunicada y sin fianza durante cinco días. Hoy, el Juez de la Audiencia Nacional, ha decretado la puesta en libertad de los dos titiriteros. Han sido acusados, no lo olvidemos, de enaltecimiento de terrorismo por realizar una obra de teatro ficticia con muñecos. Así es este
país, terrorífico. ¡Pasen y vean!
Los dos chicos de Granada responsable del show cargado de
sátira, cinismo y humor negro, inapropiado, lo tienen claro. No importan. Son perjudicados colaterales de una cruzada
política interminable. No importa que exista, a priori, libertad de expresión, que
representaran una historia ficticia. Se han convertido en la excusa perfecta
para poder poner a Manuela Carmena en el centro de la diana una vez más. Así, los periodistos, han acudido en manada, con todos los dardos a disposición,
para dar y regalar. Los guantazos del sexto poder.
La historieta de muñecos se ha descontextualizado, de hecho, uno
de los pilares de la acusación de enaltecimiento de terrorismo se ha establecido por una pancarta que portaba uno de
los títeres, dentro de la trama, en el que se encontraba la leyenda “Gora
Alka-ETA”. Así, los
patrióticos chapapoteros, llegaron a la conclusión de que, tanto la compañía de
títeres como el Ayuntamiento de Madrid, son partidarios y amigos de ETA, que
Ahora Madrid es ETA, que Carmena es ETA y que Podemos, por supuesto, siempre
fue ETA.
Algunos patriotas chufleros ―que sufren miopía cuando la mierda le mancha sus colores― no solo no han tardado en ver un alegato indiscutible a
favor de ETA, sino que también ven evidencias de que se trata de un insulto
contra las víctimas de terrorismo, contra la democracia, y mucho más. La
ceguera les puede. Los patrióticos de pacotilla, los miles de buitres sedientos
de carroña, han salido al desfile a desplumar lo que entallen. Buscan visibilidad
entre el polvorín para disparar, para fantasmear con la
mayor crudeza posible, contra Carmena, contra Podemos, si puede ser. No han
visto la función de los títeres aunque ante la palestra se ponen el disfraz de
catedrático. Lo más preocupante, sin duda, es que los jueces metan a personas
en la cárcel por contar una patraña con muñecos.
En pocas horas, puesta en marcha la carnicería mediática, las
cosas dejan de ser lo que son para pasar a ser lo que quieren que sea.
No importa que el Ayuntamiento de Madrid, a manos de Manuela
Carmena, haya salido a dar la cara, a asumir la responsabilidad que les toca,
reconociendo el error evidente ante la gestión. De poco o nada servirá que aseguren
que vayan a trabajar para dirimir responsabilidades, que hayan perdido perdón
por aquellos que hayan podido sentirse afectados por la vomitiva actuación de los
títeres. De nada servirá que hayan despedido al encargado de la programación. Eso a los
patriotas liberales, no les sirve, porque, que dos títeres, en una obra ficticia saquen
un cartel en el que pueda leerse algún asomo que recuerde a ETA es imperdonable ―como fue imperdonable que los Reyes Magos se vistieran con papel de regalo en la cabalgata―. Otro
episodio más que nunca le perdonarán a Manuela Carmena, a Pablo Iglesias, y a
Mejuto González.
Quizás, en unos días, la historia pasará al archivo. Quedará el reducto durante un tiempo para
los que se regocijan en el tiro al blanco. Los sectores patrióticos torticeros
tendrán piedras para Rato. Hace días Jiménez Los Santos comentaba chulescamente que le daría un par tiros con la escopeta a los miembros de Podemos si los viera por la calle. Miren los artículos de Salvador Sostre y vean a las hienas
salvajes en su hábitat. Pregúntese después qué es la libertad de expresión,
para quién hay libertad. Ningún juez ha visto delito por esos páramos, por las
injurias, ni por las amenazas. Aunque tanto uno como otro han pagado el peaje
de sus abusos. Liviano, en cualquier caso. ¿Que sus hermanos del PP están ahogados en casos de
corrupción? Demagogia y populismo de baja estofa.
Como dijo Cospedal “¡la droga es mala!”.
BS
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