El Retrovisor (II)



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EL RETROVISOR (II) 
 El Madrid se reencontró con la liga tras cinco años de espera, tras un lustro en la estacada. El Barça se lleva la Copa, conquista un único título con que maquilla una temporada sin luces y con sombras. En baloncesto, en la NBA, los Warriors y los Cavaliers pelearán por el anillo en una final apasionante, histórica.

     El Madrid se reencontró con la Liga en la última jornada, en un fin de semana sin sobresaltos. La carambola que debía conformarse para que se le escapara el título liguero era quimérica ―al Madrid le valía, incluso, el empate―; tenía que perder ante el Málaga, del ex, Michel, y que el Barça ganara al Eibar. No era una ecuación imposible, ni un asunto de ciencia-ficción, pero en la segunda parte de ambas contiendas, el Madrid ganaba 0-2 y el Barça caída 0-2. Todo quedó dicho. Al final, el equipo culé, sacó orgullo y consiguió levantar el partido, ganándolo por 4-2, en la disipada despedida de Luis Enrique del Camp Nou.


     El lucho deja un sabor agridulce en su temporada de despedida. Se llevó, sin embargo, el torneo fetiche blaugrana, la Copa, por tercera vez consecutiva. El Alavés le plantó cara durante la primera parte, pero al Barça le bastó con los destellos magistrales de Messi, con el oficio de Iniesta y compañía, para endosar un 3-1 en el marcador. El equipo culé, esta temporada, ha sido demasiado irregular. A los blaugranas les han faltado constancia, compromiso, en partidos, supuestamente, intrascendente. Se han quedado escasos de ideas, de recursos, de banquillo. Solo ha brillado en momentos puntuales, no han arrasado en el juego como en años anteriores. 
     Las dos primeras temporadas del asturiano, han sido, en términos generales, notables. La primera temporada se saldó con un nuevo triplete histórico. La segunda se zanjó con un digno doblete de Liga y Copa. Se va, por tanto, con nueve títulos de trece posibles; una Champions, la Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes, dos Ligas, tres Copas y una Supercopa. Un palmarés distinguido que roza el sobresaliente. Mantuvo la racha triunfal de estos tiempos de leyenda, de Messi. Valverde será el sucesor en el banquillo, un entrenador que apuesta más por el sacrificio que por el espectáculo. Aunque nunca ha tenido la oportunidad de contar con jugadores de talla mundial, un hecho que lo cambia todo.

     El Madrid ha sido justo campeón de Liga. Los blancos han sido más regulares. Han tenido el privilegio de contar con un banquillo de primer nivel, cada jugador ha dejado su huella en el campo. El equipo de Zidane ha resuelto sus encuentros con oficio, en la Liga, Copa y Champions ―aunque en el partido de vuelta con el Bayern, contó con los favores de los errores arbitrales―. Les ha beneficiado la lesión de Bale, que ha propiciado que Isco estuviera más minutos en el campo, y que por tanto, el Madrid jugara más al fútbol, a un fútbol de toque y equipo, dejando el juego directo de correcalles.



     En la NBA ya se avizora el desenlace crucial entre Warriors-Cleveland. Los Spurs, que estuvieron los dos últimos partidos sin Kawhi, cayeron con un 4-0 en la Final de la Conferencia Oeste. Manu Ginobili se ganó otro año más en la NBA. El estandarte de los Spurs, quizás se despida del parqué, pero se irá porque quiere, no porque no pueda aportar baloncesto. La ovacionada despedida dejó al argentino patidifuso, ya que en ningún momento anunció su retirada.  Los Warriors, salvo el primer partido, sacaron los playoffs en los tres primeros cuartos de los partidos, secaron a los Spurs. Los de San Francisco poseen demasiada velocidad para unos Spurs que deambularon mermados por las bajas ―sin Parker y sin Leonard―, pero que pusieron coraje y piel. 
     En el otro costado, los Cavs dominaron sin demasiado desconcierto. Perdieron el tercer partido ―sin Isaiah Thomas, su gran baluarte―. , en los instantes finales, después de tener el prtido controlado. Boston se vio sobrepasado cada vez que los Cavs se fundaban el mono de trabajo. La eliminatoria, la Final de la Conferencia Este, se cerró con un desigual 4-1. LeBron no defraudó y superó al estelar Jordan como máximo anotador histórico de los playoffs ―aunque lo hizo con más partidos jugados y cuenta con tres anillos menos―. Además, los Cavs, están contando con un Irving espectacular ―42 puntos en el cuarto encuentro―, con días estelares, y con un Kevin Love que no defrauda, polifacético. Los Big Three pueden ser los jueces del campeonato, con permiso de Curry, Durant y Green. Los Cavs saben sufrir, consiguen remontar partidos que se les ponen cuesta arriba, algo que también sucede con los Warriors. Son dos equipos a los que no se les puede dar por perdido hasta el pitido final. Los Cavaliers, han mostrado una solidez rotunda, y cuando ponen quinta, ni los Celtics, a pesar de los intentos, pudieron seguirle el ritmo. Boston, a pesar de la fe, tuvo muy poco que decir en la Final de Conferencia del Este. LeBron empieza a ser demasiado. 
     Pero cuidado, los Golden State pueden consagrarse como el mejor equipo de la NBA de la historia, si consiguen de nuevo el anillo. Llevan tres años con unos registros insuperables, tanto en la temporada regular como en las eliminatorias. Les falta ganar las finales, para no quedar los esfuerzos en balde. No han pinchado en ningún partido de los playoffs ―el primer equipo en la historia en conseguirlo―, ostenta un currículum inmaculado. Tres años de supremacía. Hay una diferencia muy importante y decisiva con respecto al año pasado, en donde los Cavaliers ganaron el campeonato en el séptimo partido; San Francisco cuenta con Kevin Durant, un jugador excepcional, de época, que no se arruga, y al que le falta el anillo...

     En la Euroliga, el Fenerbahce conquistó su primer trofeo europeo. El nuevo formato de la Euroliga no ha encajado demasiado bien en los aficionados; demasiados partidos, y escasa emoción hasta la Final Four. El Madrid cayó en La Final a Cuatro, sin miramientos. El Fenerbahce lo dejó en la orilla, el conjunto de Laso no tuvo nivel, acierto e intensidad. El equipo turco, además, doblegó al Olimpiacos, en la final, con una remontada memorable. En el insulso partido por el tercer puesto, el CSKA de Moscú, volvió a vapulear al equipo madrileño, que vuelve a la capital para jugar las eliminatorias de la Liga Endesa en que es claro favorito.

   B S

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