Blanqueando a Falcó
El caso de Tamara Falcó es un fenómeno social que roza lo esperpéntico por muchas razones. El blanqueamiento que está recibiendo por parte de los medios, privados y públicos, es un auténtico disparate. La parafernalia orquestada desborda a cualquiera con un mínimo de intelecto y conciencia porque se está lucrando, de manera desorbitada, con las publicaciones oportunas, a una sujeto que nada en la abundancia.
Pero esta película no es nueva. La hemos visto en otras ocasiones con la monarquía, por ejemplo, y es un asunto que vende y magnífica la prensa rosa y los telediarios. Una prensa que se empeña en mostrarnos esa vida idílica, perfecta; la vida de aquellas personas que viven con un cheque en blanco bajo el brazo; la vida exclusiva, vip, clasista y elitista. Una vida privilegiada de por vida para unos seres cuyo único mérito es haber sido hijo o hija de.
Además, las exclusivas, como las recientes de Tamara Falcó, guionizadas y pactadas, aparecen a golpe de talonario por auténticas barbaridades. Sin olvidar que sus intervenciones como tertuliana política en El Hormiguero, o sus apariciones en Máster Chef, se han hecho y se hacen pasando por aro de un caché extraordinario y que tiene más que ver con la fama, el apellido, el personaje de pija simpática televisa que se le ha construido sobre su figura, que con la capacidad oratoria, intelectual, con su mano para con los fogones, con lo que ella es realmente.
En todas las apariciones e intervenciones de la marquesa se obvia, y se ha obviado, su postura ideológica que sobrepasa flagrantemente la corriente conservadora pura porque está, y ha estado, apoyando activamente a la plataforma homófoba y reaccionaria de Hazte Oír. De hecho, se ha ido de gira con esta plataforma y ha intervenido en conferencias para defender los presupuesto de la familia tradicional católica. Por tanto, no hay que olvidar que este circo, esta mojiganga clasista, en la que Falcó actúa y sobreactúa, mantiene los pie de sus lujosos cimientos gracias a los medios que pagan y emiten el contenido que ella y su personaje ofrece, y también los espectadores que lo ven, que son los que le dan auténtico sentido a que la rueda del esperpento y del dinero siga girando.
BS
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