Vistazos (II)

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VISTAZOS (II)

Trump ganó las elecciones. Saliendo de la norma y comportándose como un crápula de altura. Después del primer presidente negro de la historia, y del hito social, que supuso Obama, llega este… A estas horas, el Secretario de Defensa de los EEUU, es Mag Dog. Sí, Perro Loco. Pueden hacerse una idea... Además, su equipo es la negación absoluta ante el cambio climático, y también, todo indica, que con él rodando por los salones engalanados de las presidencias, el conflicto interminable palestino-israel, y los asentamientos israelitas en territorio palestino, no se frenará. Nos esperan cuatro años calentitos, de pasos atrás.

Los tiempos están indescifrables, en un revuelto vaivén. Muere Castro, pero sigue Raúl; ganó el no a la paz en Colombia y el Brexit en el Reino Unido; y cada pocos meses, un atentado terrorista conmociona a Europa. Se empiezan a descolocar las casillas del tablero, y la ultraderecha, agazapada, afilada, activa, pendiente, a punto de consumar, en ciertos enclaves, su ideario de odio y racismo. Tomarán un papel activo en el sistema político y puede que lleguen a meter mano en asuntos vitales de libertades y derechos, con la excusa intermitente de afianzar la seguridad.

En Europa, con los recelos ante las crisis y las migraciones, los cuervos de la ultraderecha se están dando un festín por las distintas naciones, a base de picotazos malintencionados. Parten de un hecho en concreto y lo generalizan. Ejemplifiquemos: un tunecino yihadista arrasa con un camión en un mercado navideño en Berlín, y los medios de comunicación liberales, no paran de conectar ese acto terrorista e individual, de un lobo solitario de ISIS,  con la guerra de Siria y la situación crítica de los refugiados, y con los emigrantes, vengan de donde vengan. Olvidan, o quieren olvidar, que la guerra de Siria es una guerra civil, entre un estado totalitario, con al-Ásad al mando, y ofensivas rebeldes que intentan derrocarlo. Comparar la situación de los refugiados, de los emigrantes sirios, con los oscuros entramados del ISIS, es un completo disparate, un completo sinsentido. Están convirtiendo a víctimas en terroristas, gratuitamente, impunemente. Pero todo esto crea una distorsión intencionada en la sociedad. El problema no es que se raye en lo absurdo, sino que la gente empieza a creer, a percibir, que ser musulmán es ser terrorista, que los refugiados son terroristas. Se acrecienta así un miedo y un odio absurdo, que aparece de la nada, porque el personal apenas analiza las noticias, simplemente las ve y las traga. "Una mentira, mil veces dada, se convierte en verdad". De hecho, ya se han dado casos de violencia xenófoba, contra una mezquita en Suiza, y también, el ataque de un Guardia Civil, contra un marroquí, al que le asestó cinco disparos, pensando que se trataba, vaya usted a saber por qué, de un terrorista.

Habrá que seguir con los ojos abiertos.

B S