Shakira y una canción que pasa factura
Shakira y una canción que pasa factura
Al mundo entero le gusta el morbo. Ver las vísceras de las relaciones rotas. Por eso existe la prensa rosa. Algo de lo que se aprovecha extraordinariamente Telecinco desde que existe. E igual que los programas de la cadena de Basile, el cartón piedra descolorido de Berlusconi, donde hay cosido un guion para montar el espectáculo con la carnaza, con la privacidad de las personas, con tertulianos gritones maleducados, con programas en donde se les fuerza a ser infieles, para que después veamos los baños de lágrimas y reproches, quizás, en unos años, nos enteremos de que todo este revuelo musical vengativo y multimillonario con Shakira y Piqué estaba pactado y preparado. No por ellos, porque la infidelidad es evidente, pero sí para aprovecharlo para su beneficio particular, cada uno por su parte. Porque hay pocas casualidades en esta historia.
Con el circo, Shakira y Piqué ganan en visitas, reproducciones, en interés, repercusión, caché... todo lo que hagan o digan se viraliza, y por tanto, ganan un pastizal de billetes. Ayer en la radio comentaban que Shakira en un día ha podido ganar un millón de euros por la última canción con BZRP en donde deja a Piqué a la altura del betún. Pero es asunto que, paradójicamente, le favorece también a Piqué, ahora un streamer que parlotea con Ibai y compañía de gilipolleces varias. Porque se pone el foco no solo en la canción que ha hecho su exmujer, si no que también se espera con ansia y se mira con lupa la reacción del otro, del exfutbolista, que siempre ha usado su altavoz de futbolista del Barcelona para dar la nota disonante.
Y esta pausa consensuada con los tiempos que corren da para pensar y sospechar. Algo que me recuerda a la historia guionizada y por partes de la "ruptura" / "reconciliación" de Tamara Falcó, en donde cada semana había un "sorprendente" giro de guion para seguir cobrando por copar las portadas de la prensa rosa. La vividora del cuento se embolsa mucho dinero por cada aparición y por cada minuto en el El Hormiguero, en donde comentó la infidelidad con un argumentario de oseas nasales.
Habría que preguntarse por qué nos gusta y nos da morbo mirar con microscopio la vida privada y los asuntos privados de otras personas. Pero lo de este caso no tiene parangón. Porque, por ejemplo, la canción salió en directo en un programa de deportes, se escuchó entera y sin cortes, la noche del jueves, y al día siguiente casi todos los medios y casi todas las radios nacionales hablaron del tema como noticia principal. Que una canción sea la noticia del día, que resulta curioso, con todas las connotaciones que lleva detrás, en este caso. Un hecho que dice mucho de la importancia que en nuestra sociedad le damos a las redes, a lo viral, a lo comercial. Y si hay despecho y pasiones detrás, todavía más. La telenovela hecha canción. Sin importar que todo sea una ficción montada o exagerada.
BS
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