Libertad de expresión y cavernícola expresión
Hace unos días —el lunes, para ser exacto— un hombre salió de su cueva y ABC le publicó su opinión cavernícola en el periódico. La misiva, que no tiene desperdicio, es un ejercicio nostálgico de un pasado machista y cavernícola, en donde argumenta que las mujeres ya no se preocupan por ser madres y honrar al marido, sino que están preocupadas por tener derechos y libertades, como si estoy último fuera una tremenda injusticia.
Para ser sincero, la primera ver que lo leí pensé que era un artículo de los años sesenta, o quizás, que alguien estaba jugando a ser el nuevo Borja Escalona e irritar al público con un discurso ruín, patriarcal, en blanco y negro.
Pero resulta que no, que ya sea por descuido o inoperancia la opinión vio la luz y el revuelo no tardó en llegar. ABC ha pedido perdón y le ha dado espacio a las mujeres para que contraataquen dentro del medio católico por excelencia ante tal cavernícola.
La parte buena de todo esto es que hasta el periódico reconoce el error y reconoce, indirectamente, que hay una perspectiva de género feminista en este siglo XXI que no pueden pasar por alto, y esto está ocurriendo en el periódico que es la palabra escrita de COPE, y que por tanto, nos indica que hasta los sectores eclesiásticos y conservadores asumen la igualdad entre hombres y mujeres —aunque luego dentro de la casa de dios, en la iglesia, parece que solo pueden gobernar los hombres—.
Este cisma ha demostrado que la sociedad actual es más justa e igualitaria que nunca, y que los frentes cavernícolas, cuando salen de la cueva para opinar, tienen una respuesta masiva de rechazo. Y es un aviso a navegantes; hay que luchar por conquistar los derechos y hay que seguir luchando para mantenerlos. Acción ante los reaccionarios.
Gracias a dios, el mundo progresa, evoluciona, y las mujeres, por suerte, agarran con más fuerza y más manos la bandera de la libertad. La bandera de su libertad.
BS
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