¿Qué es la historia?

El libro de Keith Jenkins, Repensar la historia, mantiene una postura muy interesante e incisiva sobre el sujeto histórico. Parte con la principal tesis, "Qué es la historia?", clavando el interrogante en la tierra del debate y a partir de ahí, nos remite a los problemas que presenta como ciencia. 

El libro está minado de preguntas reflexivas sobre la historia, sobre su veracidad, y también, nos invita a la crítica exhaustiva, a enarbolar métodos rigurosos para describir los hilos sueltos de la historia en donde prevalezca el estudio honesto, científico y profesional de la materia. Arremete sobre algunos historiadores, o más bien, sobre cómo entran en el zafarrancho de la historia, sobre los perversos efectos que lastran a la materia con interpretaciones sin base ni fundamentos y sobre la carga subjetiva que pone el historiador en ella. Incide, además, en el hecho de que, a menudo, creemos conocer la historia, pero más bien, lo que suele ocurrir es que simplemente damos por sentado lo que los historiadores nos dicen sobre una época determinada, obviando que en su análisis pueden mantenerse o defenderse posiciones erróneas o parciales, junto con un determinado contexto, con una postura ideológica, económica y social —e incluso, si ignora o no, una perspectiva de género—. Estos aportes y aristas son extremadamente novedosos para un libro que tiene más de treinta años de vida.

En la introducción, el propio autor, lleva la autocrítica por bandera y plasma una carencia histórica; la historia no posee una teoría sobre su propia materia de estudio, una teoría sobre la propia historia —como sí ocurre, por ejemplo, con la literatura, la lingüística, la poesía o la filosofía—. La teoría histórica, entendida como tal, existe, pero es una teoría pobre, sin arraigo, sin profundidad. 

A estas tesituras se suma la lupa que enfoca los análisis históricos; si es posible desvelar una verdad absoluta sobre ellos, o si, por el contrario, la historia es tan maleable que, de un mismo acontecimiento, podemos encajar mil y una interpretaciones.

El libro muestra un lenguaje divulgativo, es bastante breve y se divide en tres partes. En la primera parte encontramos un microensayo sobre qué es la historia. La segunda parte del libro se centra en los debates más frecuentes sobre la historia; su casuística, la veracidad de los hechos, la subjetividad a la hora de interpretar un acontecimiento histórico. Y en la tercera parte ofrece una serie de argumentos en primera persona para analizar crítica y objetivamente la historia y nos explica los porqués.

BS

Comentarios

Entradas populares