Vito Corleone y los francotiradores de 'El Hormiguero'
Para empezar, nos están llevando a una pelea de programas y presentadores multimillonarios que ni nos viene ni nos va. Y como en el fútbol, nos obligan a elegir equipo.
Pero cuando un programa, como es el caso de El Hormiguero, lleva años en la cima de la televisión, y va de la mano de las más potentes productoras, maneja el cotarro; actores, músicos, escritores, y un largo etcétera, acaban en su redil. Ahora tiene competencia y, probablemente, eso hace que las estrategias para ganar cuota de pantalla sean más deshonestas.
Primero vendieron la moto desde las tertulias del plató de Atresmedia; La Revuelta era un programa a dedo de Pedro Sánchez para atacar y contrarrestar la influencia de EH. Anteriormente tuvieron varios ataques de arrogancia autoritaria; llamadas inquietantes de teléfono, a cómicos y podcasters, por lanzar bromas sobre Motos, con vetos de por vida de por medio por parte del programa de las hormigas. El chantaje en EH es sintomático y sistémico; lo utilizan en todas sus formas y variantes. La exigencia principal es la de El Padrino; tengo una oferta que no podrá rechazar; en mi programa primero y si no, saldrás perjudicado (llamaré a los productores, patrocinadores y sponsors para que intervengan).
Y este es su modus operandi. El abusón abusando. Que ante años de juego sucio, y ante la denuncia pública de Broncano ayer, saque El Hormiguero un escueto comunicado en que manifiesta que fue un malentendido, le retrata; no se niegan los años de chantaje a los invitados ni el chantaje al piloto Jorge Martín ayer.
BS
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