La foto interesada
'Las marchas de la dignidad' suponen una nueva reclama contra los recortes y las injusticias sociales. El lema principal: “pan, trabajo y techo para todos”. Porque vivimos en un país cada vez más pobre, cada vez más retorcido, cada vez más hundido y villano. Los politicuchos que nos gobiernan ni para la "o" con un canuto. Si acaso soltar estupideces y liar más el nudo, que ya lleva lo suyo. Entre gorrón y gorrón, nos quedamos solos.
La Marcha se moviliza inicialmente por las columnas andaluzas (promovidas principalmente por el SAT) y extremeñas. De hecho, el germen se encuentra en Los Campamentos Dignidad de Mérida. El efecto llamada abre más caminos al poco; a las dos columnas iniciales se les unen las ramas de los diferentes extremos peninsulares (Euskadi, Galicia, Asturias, Cataluña, Murcia y Valencia). Se fusionan, además, los brazos de varios movimientos sociales, junto a la de un grupo de inmigrantes subsahariano que han aportado su granito de arena en favor de la causa y en recuerdo de los quince muertos africanos que se hundieron en las playas de Ceuta. Hablamos de quince muertos, nada menos, de los que aún nadie se ha hecho responsable. Pero eso es otra negra historia de los sucios capítulos del Gobierno de España, nada más.
El día clave de encuentro fue el 22 marzo en las céntricas calles de la capital, que se inundaron con los miles de manifestantes, desde Atocha hasta La Plaza de Colón.
La información
al respecto: humo. Apenas hubo noticias de la marcha en los días previos. ¿Cómo
explicar que salieran las voces discordantes de la marcha y apenas fuera
visible la voz de los implicados? Porque a Igancio González y a Ms Botella sí
se les han puesto el altavoz de las vías públicas y la alfombra roja de los medios lameculos… Sí, ay! qué sorpresa! qué me da!… (desmayos de
incredulidad al fondo, en el quinto anfiteatro).
Estas cosas vienen pasando desde tiempos inmemorables y los borregos en los periódicos escribiendo y caminando y una cosa lleva a la otra. No te salgas de la foto que te quedas sin periódico, sin sueldo. Las cámaras, los micrófonos, lo mismo da. Sirven más al morbo de los actos violentos que a otra cosa. Puedes esperar todo el tiempo del mundo a que venga una información precisa y objetiva. No va a llegar. La eterna batalla por la limpieza, o por un poco, es imposible, insoportable. No hay calidad ni ganas. La manipulación tiene los dedos muy largos.
Estas cosas vienen pasando desde tiempos inmemorables y los borregos en los periódicos escribiendo y caminando y una cosa lleva a la otra. No te salgas de la foto que te quedas sin periódico, sin sueldo. Las cámaras, los micrófonos, lo mismo da. Sirven más al morbo de los actos violentos que a otra cosa. Puedes esperar todo el tiempo del mundo a que venga una información precisa y objetiva. No va a llegar. La eterna batalla por la limpieza, o por un poco, es imposible, insoportable. No hay calidad ni ganas. La manipulación tiene los dedos muy largos.
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Vistas de La Plaza de Colón (22 de Marzo) |
No pasa
desapercibido tampoco el baile de cifras. Por un lado vemos la versión oficial
del Estado (Ministerio del Interior) que evidencia un buen sesgo de pachorra.
La Delegación del Gobierno (Cristina Cifuentes) tacha el apoyo total de la
manifestación en 35.000 personas (olé!). Cifras que contrasta con la versión,
en cuanto a cantidad, de los organizadores, que como es lógico también barren
para casa, y ven en sus cálculos dos millones de personas. Cifra que quizás se antoja
demasiado optimista. Lo más prudente será bajar de la burra a los dos y usar la cifra media de que resulte de ambas cifras.
Aparte de los
cálculos, lo que es innegable es que hay mucha necesidad en este país y mucha
corrupción y mucho mucho mucho mamoneo. Se justifica por sí misma la manifestación. Se hace sola. Los medios de comunicación tendrían
que dar cuenta de los motivos y exigencias de la marcha, pero lo poco que se ha ofrecido ha sido la violencia de la marcha, haciendo a actores principales de la película a cuatro encapuchados bocachanclas.
La marcha se ha visto también colapsada por la muerte de Adolfo Suárez. El resultado final: 67 policías
heridos (de un dispositivo total de 1700 agentes) y 34 manifestantes detenidos. No sé si esta
imagen de hostigamiento y brutalidad es metáfora de algo…
La foto: miles de personan que se han deslomado y han
recorrido cientos de kilómetros para que no decaiga la
palabra DIGNIDAD. Este es el fondo y el todo. También está la otra foto, la interesada,
la de los vándalos cenutrios, que solo se han aprovechado del chiringuito montado
para lanzar su guerra, seguramente porque no saben hacer otra cosa. Después, dependiendo de lo que se busque, podrán poner los titulares que quieran.
Los
preferentistas, los jubilados, los jóvenes en paro, los parados en
general… todos los implicados y afectados dudo mucho que se encuadren en los
actos a cócteles molotov, a fuego, a puñetazos. No han venido a eso porque así no es la lucha, aunque a Ignacio
González le joda, le escueza la boca y la entrepierna. Porque el presidente de la
comunidad de Madrid, (apoyada por la alcaldesa embotellada, ambos
elegidos por nadie, de ahí la coherencia de sus fascinantes alegatos sobre la democracia) en un
discurso dado días antes de la llegada de los caminantes a Madrid, pronunciaba que respetada las distintas ideologías y manifestaciones, para pasar al poco a tacharlos de nazis. Un emperador romano... con diarrea. Todo el mundo sabe que ese pacotilla recibió
un balonazo (con un balón de rugby) en el parque del Retiro y se deshuevó. Eso
explica no explica su tontuna.
Con todo,
quedamos personas civilizadas, sensibles, DIGNAS, que a pesar de las
blasfemias, de los despropósitos, seguiremos viendo el nivel de basura, el
vertedero completo, ¡ojo!, por todos los lados, en cada rincón de la izquierda y de la derecha, y no quedaremos al margen, no
nos alimentaremos nunca de la violencia, no rebajaremos
la importancia de las cosas importantes, como está haciendo gran parte de la
sociedad besuga, quizás ya aburrida, quizás ya acostumbrada a tanta ladronería. Vemos la insaciable decrepitud que día tras día se viste de
gala en distintos nombres que manejan los ayuntamientos de nuestras ciudades… nos
escandalizamos como debería ser normal.
En este país
tan razonable, gracias a dios, hay mucho indignado que se atreve a ver la cantidad ingente de mierda que hay y no se calla y sale a molestar un poco. Porque no se puede tolerar el silencio con tanto bobo al mando. Y abrimos los ojos, y nos revelamos, sin violencia. Luego, pase lo que pase, pondrán la foto que les plazca.
Bruno Sánchez
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