El Retrovisor (V)
El Retrovisor (V)
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Un Madrid Revuelto
Después
de doce jornadas de Liga, el Madrid, que deslumbró en la Supercopa y que arrolló
y vapuleó al Barcelona, se encuentra envuelto en una extraña disyuntiva; pierde puntos por encima de sus posibilidades. Y, para mal de males, tras no
pasar del empate ante el Atlético, en la última jornada (en un partido en que empujó más), se queda, pese a todo, a diez puntos
del Barça. Cuando Zidane entró en el club blanco para dirigirlo, lo hizo bendecido. Tenía "flor", conseguía la victoria incluso cuando no se lo merecía. El año pasado, a nivel curricular, no se le pudo poner una pega (la segunda Champions consecutiva y la Liga). Este año, sin embargo, está mordiendo el polvo. Una tesitura con la que aún no se había topado. Su equipo pierde cuando juega bien (como le ocurrió contra el Betis o el Levante en casa) y también cae y es doblegado cuando juega regular o mal (Girona y Tottenham). Diez puntos son una barbaridad para estas alturas de noviembre, para dos meses escasos de competición. El técnico francés sigue confiando ciegamente en su compatriota Benzema, pese a que hace méritos para estar sentado en el banquillo. Algunos madridistas ya dan la
Liga por perdida. Se echa en falta a Morata, a Asensio (que juega a cuenta gotas), a Cristiano Ronaldo (al que se le ve demasiado ansioso). El Madrid no tiene revulsivo. Bale, para más inri, lleva un tiempo en un bucle de lesiones del que no sale. En la Champions, al menos, el equipo responde, da la cara A, y ya está en octavos. Eso sí, serán segundos de grupo (podrían enfrentarse en octavos de final al Machester City de Guardiola, al United de Mourinho, o al humilde PSG de Al-Khelaifi, por ejemplo). Los
merengues vapulearon ayer al Apoel por 0-6, aunque pinchó con el único rival de
envergadura que encontró a su paso, en el Bernabéu; los Spurs, el Tottenham de
Pochettino y de Kane... Un hecho a tener en cuenta.
El Barcelona Hace Los Deberes Sin Brillo
El
equipo de Valverde, por su parte, ha sabido ponerle el mono de trabajo a su plantel. Suma de tres
en tres, infatigablemente, aunque sin demasiada vistosidad, sin un juego que
evoque la fantasía de otras temporadas. El club pierde identidad en el juego pero se consolida en las clasificaciones, en la defensa y en la portería. Valverde, al menos, ha sabido aclarar el escenario grotesco creado por la directiva, que ha sido ninguneado en el mercado de fichajes con el fichaje-chantaje de Dembélé, un chaval de 19 años (por el que pagaron 180 millones), con el chasco de Coutinho (por el que iban a apoquinar cerca de 150 millones). A esto hay que sumarle el revuelo de Neymar y la no/sí firma/renovación de Messi. Bartomeu tiene enemigos esperándole y los buenos resultados del equipo le están dando algo de tregua. Y es que los culés son un rodillo pilón en el campo, no
ceden. El juego es más defensivo, mas rudo, potencian más el músculo y el control, bajan
a la mina, y ello implica, a la postre, que se perciba escasa magia en el verde del Camp Nou. Iniesta no tiene recambio, Dembélé no es Neymar. Hay que adaptarse y potenciar las cualidades de los jugadores que llegan. Paulinho no es un futbolista vistoso, pero está cumpliendo con creces su misión. El Barça, en la Champions
ha cumplido los pronósticos, y se asoma a los octavos como primero de grupo. Veremos
si los triunfos, si la solidez, le siguen en las próximas semanas. El fin de semana
próximo tendrá un reválida importante; se enfrentará al Valencia,
uno de los verdugos del momento. El equipo che le sigue la estela; están a cuatro puntos. Si el Barça se lleva el partido, se afianzará en
el liderato.
Marcelino's Revolution
Marcelino
le ha cambiado la cara al equipo levantino, y son, para bien, unos completos
desconocidos; lo ganan casi todo. Los murciélagos están saliendo de las sombras
y de los letargos de los últimos años. Tienen en sus manos dejar algo de esperanzas
para Madrid y Atlético, si desmontan al equipo culé, el próximo fin de semana, y, también, para confirmar
que son unos firmes y dignos candidatos para la Liga. Soñar es gratis. Podrían afianzarse si continúa con la racha de buenos resultados. "Ganar, ganar, ganar y volver a ganar". Rodrigo, Zaza, o Parejo, están ofreciendo contundencia y resultados. El Valencia no le pierde el
pulso a los partidos, no se doblega. Se antoja complicado que consigan la machada al final de la
temporada, pero visto lo visto, por qué no. E incluso si en algún momento de la temporada pierden gas, volver, al menos, a agarrar posiciones de Champions, sería
un mal menor teniendo en cuenta los infernales antecedentes.
Un Equipo Invicto... Y Tieso
El
Atlético de Madrid por fin fichó a Diego Costa. El hispano-brasileño no pisará
el césped del Metropolitano hasta enero. Seguramente, cuando llegue el momento,
le pasará factura tantos meses sin la tensión de la competición. Le acompañará
el canario Vitolo. El equipo se verá reforzado donde, por ahora, más lo
necesita, en la delantera. Quizás enero sea el agua de mayo para los atléticos;
no le meten un gol ni al arcoíris. El castigo de la FIFA dejó al equipo
colchonero sin refuerzos posibles para comenzar la temporada, sin ajustes, aunque el grueso del equipo es prácticamente el mismo que el de la temporada pasada. Tanteando el asunto con perspectiva, quizás se haya victo afectado, pero eso sería invocar a un discurso muy ventajista. El equipo del Cholo,
también, le ha perdido el pulso a la liga y necesita una quimera para
mantenerse con vida en la Champions. Se otea la eliminación. La victoria ante la Roma, en el día de hoy por 2-0, con un
golazo del denostado y pitado Griezmann, les deja aún con la esperanza de que se obre el milagro. Pero no nos engañemos, no seamos ilusos, tendría que darse una carambola rocambolesca,
inaudita; tiene que empatar o ganar el Qarabar en Roma, y que el Chelsea, que ya
está en octavos, pierda ante los rojiblancos. En definitiva, dependen del papel que haga el Qarabag. Misión imposible. Y la UEFA sabe a poco, a estas alturas, a este equipo. El punto
positivo es que aún están imbatidos (si es que eso sirve de algo).
El Sevilla No Se Arrodilla
El
Sevilla de Berizzo no ha perdido un ápice de su nivel competitivo y mantiene la tendencia de los últimos
años. A pesar de que han perdido fuelle en la Liga, y que están fuera de la posiciones
que dan opciones para jugar la Champions, el equipo, salvo contadas ocasiones,
ofrece una buena imagen en la cancha. Peca de irregularidad, y no puede permitirse pinchar contra los equipos que se encuadran en la parte media-baja, o baja, de la tabla. La nota positiva es que se mantienen firmes en la
Champions. Tienen pie y medio en octavos; dependen de ellos mismos y se
enfrentarán a la cenicienta del grupo, al Maribor, en la última jornada de la fase de grupos. Ayer, en el penúltimo partido de la fase de grupos, se fueron al descanso con un rotundo 0-3 en contra, frente al Liverpol, pero consiguieron empatar, en una segunda parte épica (equiparable al descalabro de la primera parte), con un gol en el útimo minuto de Pizarro, y amarrar, así, un punto vital.
Tres Equipos Sin Respuestas
En
la parte baja, en el farillo rojo, se encuentran, en primer lugar, antepenúltimos, el Málaga de Michel, que
tienen un equipo que parece una banda; sin juego, sin banquillo y que, con los
pocos recursos que tiene, ha cogido algo de aire en las últimas semanas. Las dos últimas posiciones las ocupan Alavés y Las Palmas, respectivamente. El
recién ascendido Alavés, también en crisis, sufre un jet lag tremendo; le está
costando asumir el ritmo de la primera división. Solo han sumado seis puntos de
36 posibles. Los mismos puntos tienen Las Palmas, con una diferencia, salen casi
cada jornada goleados, y, por lo poco que han demostrado en este primer tercio
de temporada, apuntan a futurible candidato para la Liga 123. Los cambios de entrenadores
no están dando fruto, Ayestarán parece tener los minutos contados, y Paco Jémez, si todo sigue su curso, será su sustituto.
Epílogo:
Contador
se fue del ciclismo dejando el Angliru a sus pies. El de Pinto dio mucha guerra
en La Vuelta, quedó cuarto, a escasos segundos del podio. Se retiró por la
puerta grande. Se escapó casi en cada etapa, lo intentó en las buenas y en las malas.
No siempre le salió rentable. Pero quizás sea eso lo que más destacamos de él;
Contador es un valiente, un ciclista que se escapa pensando más con el corazón
que con las piernas y la cabeza. A veces cara a veces cruz, pero siempre a pie
del timón. A veces suicidio, a veces el Angliru; todo o nada. Un ciclista que
ofrece espectáculo, que lo da todo, que no mira la calculadora. Su palmarés
está ahí. Su sanción de dopaje también, de dos años, aunque él siempre se
declaró inocente. Nadie es perfecto, en caso de que haya hecho el “desliz”, Por
encima de todo queda su actitud, su sacrificio.
Contador
es un ciclista de los que no quedan. Se deja llevar por las emociones de cada
momento. Ha sido sin lugar a dudas el ciclista más combativo de esta Vuelta. Un
ciclista que rompe las etapas. La Vuelta España se la llevó Froome, con una
solvencia aplastante, el mismo ciclista que, semanas antes, se coronó en París,
repitiendo de nuevo los laureles sobre el Tour de Francia ―ya van cuatro―. Será
de nuevo el candidato para repetir hazañas el año que bien, aunque tiene
rivales como Aru, Landa, y otros tantos ciclistas que van subiendo el nivel.
Froomen tiene a su favor un equipo, el Sky, que lo mantiene siempre a flote,
que no comente errores.
La
selección española de baloncesto ha vuelto a llevarse metal en un campeonato
internacional. Conquistó el bronce tras apear a Rusia en un partido que dominó
de cabo a rabo, aunque Rusia tiró de casta, coraje y orgullo y logró remontar
una renta de 18 puntos de diferencias y quedarse a dos puntos de España, a
falta de tres minutos para el final. España tiró de orgullo y de buen hacer,
pisó el acelerador entonces y remó para dejar una nueva medalla para esta
selección legendaria. El marcador final se quebró en el 93-85. Curiosamente, el
mismo marcador que se produjo en la final entre Eslovenia y Serbia. Eslovenia,
que apeó con una contundente paliza a España, en semifinales, en una barrida
pocas veces vista en el parqué (72-92). Los eslovenos se han hecho con su
primer oro en un torneo internacional, dejando en ascuas a la subcampeona
mundial, a una Serbia, liderada por Tosic, que nunca baja la cabeza. En
Eslovenia destacaron Goran Dragić, y un fenómeno precoz, que pinta para NBA, en
cero coma uno, para número uno del Draft de la próxima temporada, Luka Doncic,
actualmente en el Real Madrid, y que por lo que ofrece, habrá que disfrutarlo
hasta su marcha que ya está vista para sentencia, en el horizonte.
Juan
Carlos Navarro, seguramente el mejor jugador de la selección, tras Pau. El jugador
que más internacionales ostenta, colgó las botas de la selección. Se va dejando
sensaciones encontradas. Ha pasado a ser cabeza de león a ser un hombre de
banquillo, a perder confianza en los tiros y en las bombas. Quizás por su
exigencia, porque él mejor que nadie, sabe lo que ha sido, y uno no reconoce lo
que es, cuando ha estado en unos niveles tan altos. Sn embargo, Navarro ha
cumplido con oficio hasta el último momento, hasta el último segundo, cada vez
que ha vestido la camiseta de la selección. Como ya ocurriera anteriormente con
Calderón, ha sabido reencontrarse, y ha sabido ver el momento para dar un paso
al lado. Ha sido una gloria, una suerte, ver los partidazos que se ha marcado.
Juan Carlos Navarro ha sido un espectáculo. Ha dinamitado partidos con sus
bombas de una manera nunca vista. Mucha culpa de los últimos éxitos de la
selección en los últimos diecisiete años, han sido, en parte, gracias a él.
BS
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