Una vela apagada: el 15M



Pasó todo aquel oleaje, aquella llamarada sin contención, la mano incapaz de tapar la boca. Aquel marzo, cual copia del mayo francés, aquel quince que pasó por incendio. Por ahí queda algún coletazo, no sé sabe en dónde, ni su fuerza, pero es posible que aún quede algún individuo humeante. Se hizo de noche ya. A ellos ya nos les preocupa. Ese es el síntoma principal de la derrota. Se colocan la corbata, en su sillón, ríen ("se la hemos vuelto a colar") porque la victoria les asoló con la mayoría absoluta al llegar las elecciones. Además su discurso, el de los típicos gobernantes, tiene demasiados títeres, sus hilos se mueven, se moldean a gusto del consumidor, se traga. ¿Que a veces se olvidan de programas electorales para potenciar sus intereses particulares? Siempre ha sido así.

Desprestigiando a los perrosflautas se pasaron gran parte del tiempo. Como si no supiéramos lo que son, como si ignoráramos lo que representa ser un perroflauta y lo que pasa cuando te conviertes en cerdo o rata. Luego otro tanto para silenciar a los preferentistas. ¿¡Y qué decir de la banca!?... como ya sabéis, siempre gana, aunque sea necesario una bajada de prestaciones, pantalones, u otro desahucio. 

Toda esa indignación generalizada, todas esas pelotas rotas que clamaban por otro trato, todo, se ha desvanecido. El cerdo ibérico no está dispuesto a abandonar nuestros páramos.
Barcelona

       Los perroflautas somos disidentes que no compramos la basura política que nos ofrecen. Y es que cuando el agua está por el cuello, uno dirá que hay que nadar, otro que hay que buscar un flotador, y algún tontolaba dirá que el que ha echado tanta agua será por algo, que tendrá razón si lo hace. Ya veréis, no hace falta ser un lumbreras; en las próximas elecciones generales la gente votará masivamente al PP y al PSOE, los co-responsables de la desgobernación del país y del inevitable descalabro.

En La Plaza del Sol todos entrábamos. El 15M supuso una disidencia pacífica, un hasta aquí hemos llegado. Las manifestaciones de las ciudades y los pueblos, a pesar de llevar la crítica por bandera, no abrazó a la violencia en ningún momento. Pero la acampada no podía ser indefinida, su mensaje, su espíritu, debía cruzar el mero simbolismo (una vez alentadas las conciencias), encauzarse políticamente para llegar a buen puerto y conseguir, al menos, algunos míseros cambios mediante el masivo apoyo que tuvo este movimiento en un primer momento. Así nadie habría olvidado el fondo de la cuestión: estamos en el fondo. 

Madrid
Fue sorprendente como el Estado contuvo el golpe. Es más, en el mismo 2011 de aquel "mayo" vinieron las elecciones, en Noviembre, para llegar, curiosamente, a la victoria con mayoría absoluta del PP. ¿Ilógico? Pues no tanto, ya que si lo pensamos bien veremos que se ha dado pie a un proceso de fragmentación y confusión en la izquierda. La pérdida de votos del desdibujado PSOE, la ganancia mínima de IU, ha provocado (por el corrompido sistema electoral) el reforzamiento del PP. Así se explica que con un 40% de los votos tengas mayoría absoluta. El duro castigo al PSOE venía en sobreaviso por el insípido manejo que tuvo ante la crisis. Conclusión: mientras más se dispersen los votos, más tajada saca el melón del PP, partido que exalta optimismo, patriotismo, y una panda de chorizos sin cuerdas (la cuerda se la llevó otro chorizo), seguida de otra panda de votantes con matasuegras y panderetas que no han visto que siguen apoyando lo incosnciente. Segunda conclusión que sacamos: los votantes del PP están dispuestos a inmolarse, carecen de opinión crítica para con su partido; lo votarán sí o sí o sí. Y el mismo guantazo para los del PSOE y los de IU, porque a la hora de meter la mano no ha faltado nadie y tienen lleno el rebaño de modorros.

No es extraño que crezcan sentimientos apolíticos por todos los rincones, gente que ya no vota porque no cree, no confía. Que el descontento no tenga una canalización tan directa en los resultados electorales se debe a que muchos no han votado

Los cambios de prosperidad que venden los gobiernos a la vista está: el paro sigue por las nubes, aumenta día tras día, y si baja, baja tan poco que apenas alivia. Con una aspirina no se puede curar el cáncer. Para los jóvenes los datos son aún más abrumadores con una tasa de paro sobre el 50%; que el futuro venga mal envuelto en una niebla, en pura oscuridad, en nada con doble de nada, empieza a convertirse en cotidiano. Además, los nuevos convenios laborales están incrementando los trabajos temporales, con sueldos míseros míseros. Vamos caminos de la esclavización, a base de vaselina. Las supuestas mejoras de la tasa de paro (en caso de que las haya) no lleva en sí una mejora social. Los precios suben, los salarios no, y la deuda del país, a día de hoy, roza el 100% del P.I.B.; es decir, debemos todo lo que gana el país en un año… 

Sevilla
La complejidad situacional política del 15M deriva en parte de su tímido ideario, de la actitud retraída para airear sus fundamentos, quizás por miedo a perder a la masa que le apoya, dejando un lastre de obnubilado vuelo, un todo ambiguo, balbuceo ideológico. Tienen una gran contradicción en sí mismo: son apolíticos que quieren hacer política. Sus manifestaciones eran contra la clase política. Por otro lado, si no consiguen ahondar en unas pretensiones políticas, si no consiguen politizar el discurso, se condenarán al olvido, como ya parecen que están, a ser mero reducto de un punto de protesta histórica, a ser tiempo pasado.

El apoyo, poco a poco, se difuminó. Varias plataformas intentaron adentrarse en la política y se comieron un estrepitoso fracaso con patatas. A la hora de votar nadie se acordó, no encontraron la confianza necesaria para votar a los distintos sectores creados desde el 15M.
Santiago de Compostela

        Además, empezar de cero, levantar el vuelo político desde la nada, no es tarea sencilla. Las campañas políticas actuales son giras colosales, con un presupuesto ingente y una publicidad masiva e incesante. A esto, habría que sumar, que los grandes partidos políticos, PP / PSOE, son partidos constituidos con unas bases y unos apoyos sólidos, con un arsenal económico estratosférico (y corrupto) para llevar a cabo las campañas electorales. Añade la sumisón de los grandes medios, en prensa, radio y televisión. 

Para tener repercusión como partido, en los tiempos actuales, aparte de la necesidad de un fondo económico, se necesita a un tipo que atrape, como candidato, que sepa transmitir, con personalidad, con seguridad y confianza, y otras cosas que nadie ve. Un control de la comunicación absoluto. Requisitos que están al alcance de cuatro. Con todas estas bazas puestas sobre la palestra puede abrirse la entrada al parlamento, o no. Después, los años sentenciarán si fue flor de un día o no. La primera flor, tristemente, es en lo que ha quedado el 15M.

                                                                                                   Eva Castúa

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